AIKI-MARCIAL

Una poesía corporal,
un espíritu que con el cuerpo danza,
un organismo que aprende a dialogar,
una entidad que contra la corriente bucea,
revela el sujeto su fuerza opositora y
se incorpora descubriendo adversidad.

Entonces el dividuo se mueve al inverso,
desde hacia donde la pujanza te impulsa,
tal como si el destino se tornara tu amigo,
así pues el impulso al golpe revirtiera al poderío.

Asoma la substancia de la vida
y con eficacia la energía cobra brío
por causa del inmovimiento que entregó su plexo.
Parte y contraparte dejan de ser dos,
brazos de disímiles cuerpos fundan una sola extremidad.

El juego potencial es zambullirse contra el miedo,
excluyendo resistencia a la oposición,
sin saber que es violencia,
con el ímpetu e inocencia
Se desdeña impulso y nervio.

Con atrevimiento el arranque rinde al arrojo,
sometiendo al arresto de energía,
de un carácter que reduce, domina y subyuga
para una corrección de inarmonía,
por salvaguardar la paz
Y soslayar la herida.

Provoca el malhechor, el agraviador y el bandolero,
escapa, se aparta y elude,
El indefenso, el desamparado y el que siente miedo,
pero en el mejor de los casos;
el sabio también lo hace si constara de tiempo.

Enfrenta, resuelve y disipa el que sabe hacerlo,
sin embargo no reta ni desafía, ni compite y lucha
El sabio guerrero;
Pues él
No solventa ajenas contrariedades,
ni se corroe en puerilidades intelectuales,
no obstante protege al abatido
cuando es neutro en su camino.

                                                              POR: EUGENIO JAVIER GAETE RIVES
                                                                                                 ALIAS (DANRIVES).